emitiendo en todas direcciones según la ley del coseno de
Lambert. Este método no puede dar cuenta de los
fenómenos puramente ondulatorios, como interferencia o
difracción, aunque existen modos de incorporar procesos
complementarios para suplir esta falencia. La cantidad de
variantes propuestas es demasiado grande para dar cuenta
aquí de todas las alternativas. Como ejemplo de algunas de
estas variantes, podemos mencionar que existen versiones
que utilizan procesos estocásticos para emular la absorción,
haciendo que algunos rayos o partículas incidentes se
reflejen y otros sean eliminados.
El método de las fuentes imagen reemplaza cada
superficie reflectante por una fuente virtual a distancia,
como si se tratase del reflejo en un espejo plano. En
principio esto permite concentrar la capacidad de cómputo
solamente en aquellos rayos que unen a las fuentes imagen
con el punto de registro. Las fuentes creadas por la primera
reflexión constituyen las fuentes imagen de primer orden,
resultando necesario utilizar un orden tan alto como
cantidad de reflexiones deseen simularse. Los coeficientes
de absorción pueden tenerse en cuenta atenuando la
intensidad de las fuentes imagen. Cuanto más tiempo de
simulación se requiera, más fuentes imagen de orden
superior será necesario incorporar. La principal diferencia
en eficiencia con el trazado de rayos es que requiere menos
capacidad de cómputo para tiempos cortos, como los
correspondientes a fuentes imagen de órdenes bajos, pero
crece en forma exponencial superando al requerido por el
método de rayos al simular tiempos mayores.
El método de fuentes imagen no resulta adecuado para
trabajar con superficies curvas, para incluir reflexión difusa,
ni trabajar con espacios de formas complejas que den lugar
a fuentes imagen ocultas, como por ejemplo al considerar
recintos acoplados. La difracción no puede ser representada
mediante este método. Podría sin embargo incorporarse
información de fase para simular interferencia. Esta
aparente ventaja no termina de ser suficientemente valiosa,
ya que los efectos de interferencia tienen mayor influencia
en la zona de bajas frecuencias, donde no se cumplen los
postulados del modelo geométrico.
El método de las fuentes imagen tiene mejor resolución
temporal, sin embargo el de trazado de rayos posibilita la
inclusión del fenómeno de difusión. Es por esto que un
método híbrido, como adecuada combinación de ambos,
puede proporcionar mejores aproximaciones a la respuesta
al impulso de un recinto real. En general los programas de
simulación acústica comerciales actuales utilizan las fuentes
imagen para determinar las reflexiones tempranas y el
trazado de rayos para las tardías, siendo un tema de
investigación científica actual el determinar el tiempo
adecuado de transición entre ambos [1].
Para poder tener en cuenta características que dependan
de la frecuencia (como la absorción o la difusión) el trazado
de rayos debe repetirse para cada una de las bandas de
frecuencia determinadas en el análisis. Cada banda de
frecuencia da lugar a un reflectograma (o ecograma) que
posteriormente debe combinarse con el resto para obtener la
respuesta al impulso del recinto. Esta respuesta al impulso
luego se convoluciona con un archivo de audio para generar
una señal representativa de aquello que escucharía un
oyente ubicado en el lugar seleccionado.
C. Modelos Basados en Acústica Ondulatoria
Entre los modelos ondulatorios comúnmente utilizados
pueden citarse el método de elementos finitos (FEM) y el de
contornos finitos (BEM). Estos modelos permiten en
principio tener en cuenta todos los fenómenos ondulatorios,
por lo que no tienen limitación en cuanto a la utilización de
superficies curvas, ni a la simulación de efectos de
difracción, difusión o interferencia. Los elementos presentes
en el recinto no se representan mediante coeficientes como
los de absorción o difusión, sino en términos de sus
propiedades físicas como la densidad, la velocidad de
propagación del sonido interna, o el módulo de
compresibilidad.
Con estos métodos se obtienen resultados muy precisos
pero a un alto costo computacional. Uno de los
inconvenientes de los métodos numéricos de solución de las
ecuaciones diferenciales es que el tipo de procesamiento
realizado genera dispersión numérica en las soluciones [7].
Esto provoca que la velocidad de propagación varíe con la
frecuencia, lo que obliga a realizar simulaciones para
frecuencias puntuales y luego superponer los resultados para
obtener la respuesta al impulso final del recinto.
Tanto en el método de elementos finitos, como en el de
contornos finitos el espacio acústico se divide en pequeños
elementos de tamaño adecuado a las necesidades de la
simulación. Para cada elemento se establecen relaciones
entre las presiones y los desplazamientos (a través de
ecuaciones diferenciales en derivadas parciales), que luego
dan lugar en conjunto a la solución global aproximada.
Ambos reemplazan la tarea de resolver ecuaciones
complejas sobre volúmenes o superficies complejas, por la
de resolver una gran cantidad de ecuaciones simples sobre
una gran cantidad de elementos simples.
La diferencia relativa entre ambos es que el método de
elementos finitos resuelve la ecuación de onda en todo el
espacio, mientras que el de contornos finitos resuelve las
ecuaciones en el contorno que delimita el espacio de interés
lo que significa menos elementos de cálculo. Sin embargo,
esta aparente ventaja relativa es opacada en cuanto a su
eficiencia computacional porque las matrices necesarias
para elementos finitos son poco densas y simétricas,
mientras que las de contornos finitos son densas y
asimétricas [8].
Por otra parte, al resolver la ecuación de onda en todo el
espacio, el tiempo de procesamiento requerido en elementos
finitos no varía con la cantidad de puntos de registro, por lo
que pueden obtenerse resultados para diferentes lugares del
recinto en forma conjunta.
Estos métodos se utilizan actualmente para el cálculo en
recintos de tamaño pequeño o mediano y para frecuencias
bajas [9]. La referencia a recintos pequeños o medianos se
hace porque es allí donde las frecuencias de Schroeder son
relativamente elevadas como muestra la figura 1 y en ellos
los métodos geométricos no resultan satisfactorios. Para
recintos de mayor tamaño la frecuencia de Schroeder es
razonablemente baja y el problema podría resolverse con los
métodos geométricos que son más eficientes.
Es importante prestar atención a que tanto los métodos
geométricos como los ondulatorios mencionados
anteriormente requieren, por motivos diferentes, realizar
procesos de simulación considerando frecuencias únicas o
bandas estrechas de frecuencias. Que luego componen los
Revista elektron, Vol. 3, No. 2, pp. 67-74 (2019)
http://elektron.fi.uba.ar